El dolor ocultado
Conocemos, confiamos y amamos,
caminamos juntos atados de las manos.
Amor fluye entre nuestros corazones
y la felicidad excede sin muchas razones.
Pero, llega la medianoche
y herida estoy en el coche.
Pido ayuda, pero nadie me escucha,
estoy sola en medio de mi lucha.
Se apodera de mi cuerpo, alma y mente,
¿Qué le pasa? ¿Acaso está demente?
Me prometió la eternidad,
sin embargo me dio tal finalidad.
Con dolores y golpes sobrevivo cada día,
aunque con anhelo deseo que pase esta lucha sombría.
Se cree superior, se cree poderoso;
algún día caerá en su mundo odioso.
Jennifer Wiebe
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