Un salto de
fe...
Hay veces que no
sabemos que nos espera detrás de una decisión que tomamos, es como estar varado
en un lugar, donde no podemos ver que tenemos delante, pero tenemos que
avanzar, confiar en que Dios nunca nos abandonara y siempre estará para
nosotros. Y si en nuestro camino tropezamos,
caemos o retrocedemos debemos levantarnos y recordar, que para dar un salto,
muchas veces es necesario dar unos pasos atrás. Lo importante es no darse por vencido,
poner la frente en alto, respirar profundo y dar el Salto de Fe.
Te animo a que des
tu Salto de Fe, y que confíes en que Dios te sostendrá.