Es triste, pero la verdad es que la mayoría de nosotros (me incluyo) somos rápidos para criticar, pero lentos para levantar o felicitar alguna acción. Nos quejamos por cualquier cosa, con el gerente de algún local o restaurante cuando el servicio es negligente o se ha cometido un leve error. Pero ¿Cuantas veces solicitamos ver al dueño o gerente para felicitar a algún empleado que fue mas allá del llamado del deber para asegurarse que el servicio prestado sea perfecto?
Siempre me hago la pregunta, ¿Por que es así? ¿Por que me resulta tan difícil animar a otros, siendo que disfruto tanto recibir palabras de animo a mi misma?
Es porque estamos muy ocupados, para detenernos a pensar en el esfuerzo de la otra persona. Pero si es así, ¿por que siempre encontramos el tiempo oportuno para quejarnos?
Al detenerme a responder cada una de estas preguntas, lo mas acercado y sincero a la realidad que llegue, es que, simplemente no me doy cuenta.
Seria bueno poner en practica un habito de animar y felicitar a las personas por sus actos en vez de ver lo negativo y estar criticando constantemente.
El alma generosa sera prosperada, y el que saciare, el también sera saciado
Proverbios 11:25
Muy cierto! Deberíamos dejar de quejarnos y ver lo positivo en todo lo que hace nuestro prójimo y felicitarle por hacerlo de tal manera. Parece que todo el mundo leyó está publicación antes de irse al colegio! Estuve de tan mal humor, pero de repente me llegaron tantos abrazos, saludos, sonrisas y felicitaciones que no pude hacer otra cosa que devolver esas sonrisas! Me encanta ese positivismo!
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