Algunos momentos tienen consecuencias gigantes, otros no.
Algunos momentos son de importancia, otros no.
Algunos serán recordados, otros no.
Algunos serán suplantados de la memoria, otros no.
Quizás un solo momento, tiene el poder de cambiar tu vida.
¿O quizás tu tienes el poder de dominar tus momentos?
Ese momento antes del examen...
Recibes la hoja en blanco, depende totalmente de vos lo que pasa de ese momento.
Si o si tiene consecuencias. Quizás te vas a sacar el total de puntos, quizás te vas a aplazar.
En el momento no se sabe.
Se sabe solamente lo que pasó en los momentos anteriores.
Estudiaste o no estudiaste, te desconcentraste o no, a propósito o no?
Ese momento en el cual puedes decidir si vas a obedecer o no.
Si vas a hacer lo que tus padres te enseñaron, lo que la sociedad te enseñó o lo que tu mismo crees.
El momento en el cual decides ayudar o no.
Ser buen amigo o no.
O ser amable no más.
Amar o no.
Gritar o no.
Odiar o no.
Perdonar o no.
Toda tu vida depende de estos momentos.
De las decisiones del ahora.
Esas deciden si tu futuro mejora o empeora.
Y finalmente viene el último momento.
El único que te queda.
Ese momento antes de que Dios te quita el aire para respirar.
En ese momento te vas a preguntar; ¿Qué hice de mi vida?
¿De todos los momentos los cuales me fueron regalados?
¿Los aproveché? ¿Los viví? ¿Puedo ser orgulloso de ellos?
Y antes de responder la última pregunta, de lo que hiciste con tus momentos, termina.
Termina el tiempo. No puedes responder.
Porque el momento se acabó.
Y fue el último.
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