La post modernidad
La sociedad
se compone de dos puntos principales: la moral y la cultura. La moral dicta
todo lo que considera aceptable o reprochable por parte de la sociedad, como,
por ejemplo, hace un siglo atrás era inaceptable una mujer trabajadora soltera
y con hijos, pero hoy en día se es visto en países desarrollados como el máximo
exponente de una mujer. Por otro lado, está la cultura, la cual varia, al igual
que la moral, por tiempo y espacio; es visto como algo malévolo matar una vaca
en la India, pero es algo de lo más común en el Paraguay, a su vez podemos ver
como en España se está reprochando la cultura antiquísima de la tauromaquia.
Estos puntos expuestos se relacionan directa entre sí: la cultura está
condicionada por la moral y la moral está condicionada por la cultura.
Gracias al
avance científico y económico de Estados Unidos y la falta de presencia de
varias costumbres de diversas naciones, le proporcionado a esta nación el
derecho de ser el faro de la cultura del mundo, dejando a Francia en segundo
plano. Pero este faro se diferencia del anterior del punto el que este no
permite, por así decirlo, variaciones de sus obras o pensamiento, véase las
corrientes pictóricas provenientes de Francia en contraste de las obras de
Hollywood. Mientras las corrientes provenientes de Francia proporcionaban un
marco de realización y producto final, la línea ideológica de pensamiento
hollywoodense es quien guía la obra; podemos ver obras del realismo alemán y
del realismo francés acarrean sus propias posturas de lo que es el realismo
pictórico, mientras que la película paraguaya llamada “Leal” es una copia, pero
con ambiente paraguayo de las películas de acción hollywoodense.
Pero ¿qué
tiene que ver todo lo anterior con la sociedad post moderna?, todo empieza con
la idea del capitalismo enfermizo, lo cual consiste en la venta de productos
innecesarios de manera abrumante al consumidor; pero este modelo no funciona si
no se tiene a los consumidores correctos, estos son los siguientes: los niños y
las personas sin vínculos emocionales fuertes. Los primeros no pueden ganar
dinero para gastar y los segundos sostienen una madurez ante la compra, lo cual
lleva a pelar una visión infantil y libertino de la vida. Los “adultos” claman
y hacen estupideces para ser vistos, se le atribuye al abuso sin freno como
madurez, las relaciones son vistas como opresivas, varios claman al estado para
que cambie el lenguaje, todos los nuevos movimientos políticos carecen alguna
base sólida y si no fuera poco, obligan a la sociedad a aceptar su identidad
descabellada e ilógica (véase a los no binarios). Irónicamente la infancia está
siendo relegada y llevada a su intento de eliminación, podemos ver niños que se
visten como adultos, niños haciendo y diciendo cosas fuera de su edad, niños
siendo obligados a participar de programas donde se los separa de su limitación
para llevarlos a una versión aceleradamente madurada de sí mismos y los
ejemplos siguen; pero lo mencionado es algo antiguo, pero nunca a tal escala y
con un fin más vacío: el espectáculo.
Vivimos en
la era del espectáculo, si no entretiene no existe. Las redes sociales están
plagadas de gente realizando actividades extremadamente peligrosas o altamente
cargadas de grima, sin olvidar la hipersexualizacion, en afán de ser vistos y
aceptados por la comunidad de las redes; no obstante, la política no se escapa
de lo mencionado, entendiéndose a Trump con una constante diarrea verbal de
discursos sin sentido que desembocaron en una propaganda por su constante
mención en los llamados “memes”, los cuales proporcionaron al mismo la
incersion en la mente de los votantes. Claramente la sociedad no le gusto haber
votado por tal persona y decidieron lloriquear constantemente para que alguien
lo saque del poder.
La sociedad
del espectáculo es la sociedad del servicio (Netflix, Spotify, Uber), que esta
proviene de la sociedad del consumo, la cual por lo menos garantizaba que se tenía
lo que se consumía. Ahora este constante vacío se llena con lo primero
entretenido que aparezca, como lo era el “dab”; comenzó porque alguien lo hacía
a modo de festejo por realizar una actividad o ganar algo, esto llevo a
productos derivados y su amplia utilización por todos y por la saturación del
mismo se convirtió en símbolo de vergüenza ajena y termino en el olvido.
Nada se
escapa al espectáculo, incluso el anti espectáculo, la rebeldía. Esta rebeldía
se vende a precios accesibles como Black Mirror en el servicio de “streaming”
de Netflix o en precios tan altos como el cielo en las obras de Banksy, el cual
provee una crítica light de la
sociedad. Curiosamente el mismo destruyó por la mitad (con un mecanismo a
batería que estaba dentro del marco desde 2006) una de sus obras al golpe del
martillazo de una subasta, irónicamente esta crítica al capitalismo elevo el
valor de la obra, pasando de un millón de euros a dos millones.
Pero EEUU
no es el único que provee productos culturales pop, también varios países
primer mundistas como lo es Japón, que a pesar de ser la cuna de grandes obras
artísticas, nos da unos animes que la ausencia de arte es llenado por
explosiones y cuerpos atractivos; a su vez tenemos a Corea del Sur, que nos
invade con lo denominado K-pop, una música que posee bailes espectaculares, con
chicos altamente maquillados y vestidos llamativamente, con un ritmo movido y
unas letras débiles. Estas bandas de este género se componen hasta de veinte
integrantes y son formados por empresas con la finalidad de vender sus productos.
Mientras bandas normales sacan un álbum cada 2 o 3 años, estos k-popers sacan 2
o 3 álbumes por año.
Las obras
de todas las artes también caen víctimas de este show constante de la sociedad,
con un factor agregado del capitalismo exacerbado: un cuadro azul que vale varios que vale una cantidad exuberante de
dinero por solo tener el nombre “Miró” en él. Efectivamente, este anterior
ejemplo es lo que se llama hamparte, lo cual es una obra que gana valor
intelectual por el nombre del artista. Normalmente estas obras son simples de
hacer y valen mucho dinero. Claramente parece que escapan del espectáculo, pero
escuchando las producciones artísticas de Yoko Ono enseña que está bastante
presente… junto con la nueva obra antisistema de Banksy.
Lo más
curioso y lo más triste es que ni la religión ni la ciencia se escapa de esto,
véase newsboys y la gran mayoría de artistas de música cristiana y por parte de
la ciencia Neil deGrasse Tyson.
Efectivamente,
Nietzsche tenía razón Dios está muerto, y la sociedad humana llena ese vacío
moral y religioso con mitos como lo son avengers y star wars, los cuales se
vuelven fanáticos y te atacan sin pensarlo dos veces si cuestionas la calidad de
estos productos. Otra cosa que está plagada de fanatismo es la lucha entre IOS
y Android, XBOX y playstation, y la lista sigue.
También
hay otras religiones si no te gusta los “productos capitalistas”, querido
zurdito. Existe el pensamiento positivo, con sus principales exponentes: Coelho
y la escritora del secreto. La doctrina se basa principalmente en que, si
deseas algo con todas tus fuerzas, el universo conspirara en tu favor; para que
esto funcione debes pensar en positivo, sino te pasara a lo mismo que al
sudeste asiático en 2004, un sunami que mato a mucha gente. Según la emisaria
del secreto, este sunami fue atraído por la negatividad de la población. Por
eso debes pensar positivo para que todo vaya mejor y esto es asi porque eres
especial, eres el centro del mundo y no necesitas gente apoyándote para que
algo cambie en tu ambiente. Hablando seriamente, todas las emociones son
necesarias no solamente el amor y la felicidad, sino también el miedo que nos
ayuda a sobrevivir, la tristeza que nos ayuda a desahogarnos y el enojo que nos
impulsa hacer el cambio.
Si
uno es intelectual, de un alto coeficiente intelectual, puede optar por el
culto a la técnica, el cual propone que todo se arregla con la ciencia y la
misma dicta la verdad absoluta (puesto que en la realidad no soluciona el vacío
existencial ni dicta alguna verdad absoluta). En contra partida está el
naturalismo, que todo lo proveniente de la naturaleza es bueno y que todo lo
que hace el hombre es malo, ya que la medicina es mala, las tecnologías de la
comunicación son malas y la agricultura es cien por ciento natural, la
naturaleza domestico las plantas y las dejo a nuestra disposición. Por el lado
de la naturaleza tenemos el hermoso regalo de las enfermedades, desastres
naturales, canibalismo, violación infra e inter especies, la ingesta de crías,
la ley de la muerte y muchos otros regalos. Obviamente lo natural es mejor por
eso sosteniendo mi iphone último modelo con la izquierda, te señalo con la
derecha los diversos productos “bio”, que son one hundred por cent mejores para
ti y el ambiente, claro, son más caros, pero son mejores.
Las
palabras género, sexo, LGTB, conservadorismo, cristianismo, feminismo, derecho
y privilegio fueron masacradas, dejándonos el género es un espectro, hay 30000 sexos,
conservador es retrograda, LGTB es una asociación de nazis que cazan hombres
cis-genero blancos heteros, el cristianismo es un instrumento de opresión y el
hiyab es libertad, el feminismo es el partido que debe dominar el mundo para
que sea libre y los derechos son ahora privilegios; sin olvidar claro, el
feminismo post moderno es parte del LGTBQ+(NAZI) que argumentan que el género
no existe.
Desde un
análisis más acercado podemos ver que el LGTBQ+ posee unas ciertas
características: tienen una raza como enemigo, promueven una ideología que se
puede implementar en todos los ámbitos de la vida, poseen un símbolo, todos los
miembros deben tener el mismo paradigma y filosofía de vida, sugieren que ellos
en el poder el mundo sería mejor, ellos marcan (censuran) cosas ofensivas para
ellos y todos atacan aquellos van en contra de su movimiento. Solo falta un
caudillo y tendremos la réplica de cierto movimiento político famoso del siglo
XX.
Los
puntos anteriores tienen todos algo en común, una directa o indirecta
exaltación al placer sin control y el hiperindividualismo. El placer sin
control es una reinterpretación de las ideas hedonistas, que el placer es lo
que trae la felicidad y es la felicidad en sí misma. Pero este neohedonismo va
más allá de la idea de los placeres simples, más bien, a la idea de una
constante autosatisfacción del placer con cada vez cosas más elaboradas tales
como simulaciones para tener sexo con un ser virtual, claro es cierto que la
eyaculación previene el cáncer de próstata (un estudio serio y con fundamento
valido en el resultado) pero no se menciona que la pornografía mata neuronas y
hace más tonto al espectador (estudio también serio y con fundamentos). El
placer es más que sexo, también lo es comer: hoy día se da una corriente de
cambio en los países primer mudistas, la cual sostiene que la mujer obesa es
más hermosa que la modelo delgada. En primera intancia parece algo bueno, pero
en realidad es una trampa, puesto que la obesidad es muy peligrosa para la
salud del individuo.
El
hiperindividualismo parte de la idea que todos somos especiales y que podemos
vivir totalmente solos, de ahí nace los amigos con derechos, que dicta que uno
puede obtener placer con otra persona sin formar lazos más fuertes. Llevado al
extremo se tiene el verdadero hiperindividualismo, que es vivir en completa
soledad; significando, que se puede ir al trabajo donde haya gente, pero al
volver a casa se disfruta de netflix, se pide una comida sin llamar, se tiene
sexo virtual y se tiene charlas en una red social o en un videojuego. Todo lo
anterior se repite cada día de la vida.
A
fin de cuentas, nuestra sociedad está pasando por una crisis moral y cultural,
pero eso no significa que estén justificados los neonazis y los grupos
religiosos cerrados. La sociedad debe madura y comprender que todo en este
mundo no se puede reducir a una cosa, que la felicidad se consigue en el
trabajar y como resultado del mismo, que nada es negro o blanco en lo terrenal
y que no todos pensarán igual, así mismo tienen derecho (ningún privilegio) a
expresar sus ideas y creencias. En
síntesis, la cultura y la moral no deben ser reemplazadas con banalidades o
conservadas por la eternidad, sino deben evolucionar.