Así que te vi... Brillabas tan glorioso, tan radiante. No habían palabras para describir Tu belleza, Tu poder. Todo el mundo estaba pendiente de Ti, y yo tan solo quería decirles que ya estabas aquí, pero nadie escuchaba, a nadie le importaba, justo como Tú dijiste que sería.
Así que te vi... y por dentro me estremecí; temor y gozo brotó dentro de mí...
porque ahora por fin, yo sé que estás en mi.
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