Una de las preguntas más cuestionadas de la humanidad... Qué es el amor? Más problemático aún: Qué es el amor real? Cómo es? Muchos se preguntan, otros lo viven. Pocos son los afortunados que tienen esa suerte de poder realizarse amando de una manera más que completa. Obviamente un gran regalo de Dios. Sabían que amar es un don que solo el Señor puede otorgar? Hasta amar a los que te detestan o consideran detestables... Seguramente a nadie le causa mucha gracia la idea de amar a alguien que te da todo piri negativo verlo apenas salga el Sol. Pero todos estamos sedientos de amor, necesitados de ser queridos, aceptados y amados por ser como somos. Hasta el ser más horrendo necesita de esto y hasta la persona más fría, alejada e indiferente clama en el fondo de su corazón por un poco de tiempo y dedicación amorosa.
Muchas veces nos olvidamos de tratar bien a nuestro prójimo, de acercarnos a él y preguntar que tal le va su día. Estamos tan abocados en nuestro propio ego-yo que nos olvidamos que hay otras personas a nuestro alrededor que necesitan de un poco de nuestro tiempo y humanidad. Muchas veces no queremos darlo, porque tenemos que abrirnos y mostrarnos tal cual somos, sin muchos rodeos y excusas baratas. Uf, esa es la parte más dolorosa de todas, y porque duele tanto preferimos irnos al otro extremo cerrándonos como ostras. Pero ojo, duele aun más, mucho más, a las dos partes. Al emisor y al receptor. Cuando nos cerramos hacemos que otros también se cierren instantáneamente y así sigue este círculo maldito. Así nos lastimamos cada vez más y más, contagiándonos con nuestra falta de amor e interés hacia los demás.
Parece una enfermedad muy grave, ésta de privarnos de amor y comprensión y OJO: lo más grave LA FALTA DE COMPASIÓN Y COMPRENSIÓN. No podemos ser empáticos, nuestros pensamientos directos son:-Qué se pudra, su culpa es! Hasta los más cristianos piensan así, quién por cierto no pensó así? A veces, hasta siendo el papa Francisco pienso de esta manera tan desagradable e insensible... Pero debemos luchar contra esto y pedir ayuda a Dios a que nos haga cada día un poco mejores y más AMABLES. No amables de corteses, sino de ser más fáciles de ser queridos y de querer. Muchas veces todos tenemos nuestros días y ni al pájaro loco de la esquina quieres ver en figurita pero hacer el intento de ser realmente amables, ahora sí, corteses, la sensación de bienestar se prolonga y se incrementa. De repente parece que te has comido un bombón muy dulce al ser realmente amable y cortés, al saludar y a veces hasta dar unas palabras de aliento y una bien bonita sonrisa. Cuesta tanto... pero se puede. Con la ayuda de nuestro Dios podemos todo, podemos volvernos cada día un poco mejores y cada día un poco más amables...
Piénsalo... Al que le haya tocado leer estas palabras... Sólo piénsalo, reflexiona y dime que te pareció aplicarlo todos los días un poco más y después más.
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