ADIVINA EL TÍTULO

Una palabra tan pequeña, la cual representa al mismo tiempo tantos aspectos nuevos, desconocidos, inquietantes, que producen maripositas en tu estómago que te quieren hacer sentir sentimientos nunca experimentados, tan nuevos que te dan miedo y al mismo tiempo ansias de conocerlos. Pero así mismo producen algo de añoranza en tu interior por esos sentimientos a los cuales tienes que dejar atrás para que nunca más vuelvan, ya que el tiempo maduró y ya no lo permite.

En parte te pones melancólico, triste y depresivo, pero por el otro lado tu consciencia de dice que esa no debería ser una opción y deberías levantarte y seguir el camino de la manera la cual corresponde a tu edad. Y ahí te podrás acostumbrar a lo nuevo para aprender a vivir con ello y así aprender a alegrarte otra vez.

Y ahí es el momento en el cual te preguntas si tu vida va a seguir para siempre así. Y te das cuenta que sí. Tan pronto como te acostumbraste a lo nuevo, tan pronto como aprendiste a alegrarte en tu nueva situación, como aprendiste a amarla, va a pasar el tiempo y tendrás que aprender de nuevo a soltarlo todo. Quizás esa vez te será aún más difícil porque sabes que va a venir otra vez esa etapa incómoda en la cual tienes que acostumbrarte a lo desconocido que trabaja con tus nervios constantemente y que aumenta impresionantemente la frecuencia del latir de tu corazón involuntariamente. Bueno, la pesadilla empieza otra vez y pasa otra vez y se transforma en un sueño el cual te causa placer al memorarlo.

Y con el tiempo te vas a acostumbrar a ese ciclo, el cual te quita los recuerdos lindos y te obliga a hacer nuevos. Te vas a acostumbrar tanto que aprenderás a amar esos cambios.

Vas a empezar a buscarlos. Vas a quererlos en tu vida constantemente, así nada se vuelve monótono o aburrido.

Y cuando mires atrás vas a pensar “¿por qué no lo estuve disfrutando desde el principio?”.

Pero aún hay tiempo de cambiar esa pregunta. No tiene que ser ésa. Depende de vos lo que decidas hacer… con… tu…
futuro.