Amor que duele

-Pero ¿si no eres feliz, si no lo amas, qué harás?- pregunto él triste
-Seguir adelante como hasta ahora- dijo ella tomando una campera- Déjame decirte algo, nunca supiste todo lo que yo sufrí por ti y no tienes idea de lo ingrato que eres al hacerme esto. Me voy, te veo luego, o tal vez no. Adiós- Alice salio corriendo del departamento. Sam intento seguirla pero se dio cuanta que seria en vano. Ella no iba a querer escucharlo. Lo había intentado, había intentado que ella se diera cuenta de su error, que se diera cuenta que él la amaba de verdad.
Ella no podía creerlo, no podía ser, simplemente no era justo, luego de todo lo que ella había sufrió por él y él se lo decía justo ahora que ella ya había decidido dejar el pasado atrás. No, ella no cambiaría sus planes esta vez, ya lo había echo antes, cambiar sus planes por los de él.
¿Ademas que le garantizaba que esta vez seria en serio? Nada, es por eso que decidió no aceptarlo.
Sam se sentía desanimado, estos últimos meses con Alice habían sido muy buenos y sabia que eso se debía a todo lo que ella había echo por él, siempre estuvo para él, siempre lo acompaño, siempre lo ayudo y Sam nunca se dio cuenta, solo ahora que la estaba perdiendo. Sabia que era su culpa por haberla dejado ir antes pero no sabia que seria tan importante para su vida hasta que vio que la estaba perdiendo.
Alice por su parte estaba furiosa. Él había sido su mejor amigo y ella siempre estuvo enamorada de él, pero Sam la había rechazado y cuando por fin lo lo había superado, cuando había comenzado a olvidarlo, aparecía él, diciéndole esto.No podía ser.
Ella ya había decidido olvidarlo y seguir con su vida.
En unas semanas mas estaría casada con Augusto y lejos de Sam. Aunque sabia que nunca amaría a Augusto tanto como amó a Sam, sabia que Augusto seria mejor para su vida.
Alice ya había decidido su destino. No podía hacer nada al respecto.