Todos los días nos enfrentamos a diversos problemas.
Logramos pasar uno, pero hay otro más difícil que lo sigue.
Lo que deberíamos hacer es mirar a las contrariedades
como pruebas, que nos ayudarán a ser cada vez mejores y con los cuales
adquirimos nuevos conocimientos prácticos. En vez de quejarnos siempre, es
mejor plantearnos algunas preguntas como: ¿Qué puedo hacer para sobrepasar esta
dificultad? ¿Me convendría tener una actitud positiva o una de queja?
Siendo realistas con la queja lo único que
logramos, es hacer más lento el proceso, que incluye el aprendizaje y la
superación de la prueba, la cual debe servirnos de escalón para que ascendamos,
y no para descender.
La decisión es de cada uno. Así pues, ¿qué actitud
tomarás frente a cada dificultad?
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