Muchas veces las palabras son tan pocas para describir lo que pasa por nuestras cabezas y a mi me pasa constantemente...
Las palabras literalmente se desbordan como un envase donde el agua se cae y la lluvia lo ha sobrepasado. A borbotones quisisera soltar las palabras pero me las guardo y mi mente las deja como aves que han enloquecido, flotando, revoloteando en la nada y cada una de ellas carece de sentido, hasta el punto que ya no tienen utilidad y terminan descartadas. Y lo más doloroso que en los momentos menos indicados llegamos a decir todo lo que se nos antoja y cuando es la hora de la verdad callamos por miedo. Así perdemos miles de oportunidades que pudieron ser un cambio completo para nuestra cosmovisión y vida en general. Un giro de 180° que puede ponernos de cabeza.
La lengua es un arma poderosa y de doble filo, sirve para danhar y puede sanar heridas profundas. Por algo Dios es la Palabra que da vida. Increíble. Las palabras nos desbordan y no tenemos envase que pueda contenerlas en su totalidad. A veces lo que pensamos nos da tanto miedo, miedo a realizarlo, a cumplir nuestros suenhos.
Una palabra puede cambiar todo... y a veces no expresarlas de manera adecuada o ni siquiera expresar hace una pequenha gran diferencia que a la larga se siente.
Positivo o negativo... Depende del uso que le desees dar... Sólo de ti...
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