domingo

Mi odiado mejor amigo

Pensar en ti despierta sentimientos tan promiscuos en mí
Me recuerdas al objeto que más detesto en mi vida: Mi frenillo!
Estás ahí en el lugar menos apropiado.
Palabras no pueden explicar lo horrible que me siento en tu presencia.
Insomnio, es la palabra que te describe perfectamente.
Me molestas día y noche.
Aprietas, empujas y me pones nerviosa.
Me haces parecer una tonta.
Enfrente de todos me haces pasar situaciones vergonzosas.
Me haces la vida imposible.
Es fácil para ti lograr que me enoje contigo, pero al mismo tiempo soy impotente de hacer algo en contra tuyo.
Pero  a pesar de todo tengo que admitir, aunque no lo quiera, que al final te todo no eres de todo mal.
Tú fuiste quien me enseño que hay un ‘después’ del sufrimiento.
Tú estuviste acompañándome en los momentos de tristeza y felicidad y soportabas conmigo las burlas y mis peladas.
Me doy que los dolores que me causas, son para mi propio bien.
Y los cambios que produces en mí  son para que yo pueda vivir en el futuro un mejor presente.
Ya que tu único deseo solo es crear una sonrisa bella y perfecta mía.

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