Hace poco hablé con mi madre.
Si, raro que alguien de mi edad hable con su madre, verdad?
La verdad que no, a esa mujer la admiro, la respeto, la amo y a veces no la soporto.
Bueno, ese no es el punto, volvamos al tema.
Como ya lo había mencionado, hablé con mi madre.
Me contó lo alegre que estaba, que todo el día fue perfecto y que brotaba de felicidad.
Mi cerebro se preguntó de la razón de su felicidad, pero buscando en los recuerdos del día no encontró nada relevante.
Lo cual no fue importante para nada, ella me lo contó por si sola.
Bueno, la razón fue.... Todavía no lo puedo creer!
Necesito contarles lo que antes pasó.
Iba a haber un almuerzo en la iglesia. Mis padres (osea mi madre) iba a llevar poroto para compartir.
La noche anterior puso el poroto en una olla la cual cerró con una tapa.
Al siguiente día vió que el poroto se había hinchado tanto que levantó esa tapa por si solo.
Vió que el poroto independientemente, sin fuerza alguna, alzó esa tapa.
Esto le pareció tan tierno, tan chulina, que todo el día tuvo que pensar en como esas pequenhas semillas se volvieron grandes y pudieron alzar toda una tapa.
Como ya dije, admiro a esa mujer...
Ahora voy a dejar que pienses en razones las cuales llenan tu corazón con felicidad.
Y ahora, piensa en todas aquellas, las cuales PODRÍAN llenarlo de felicidad!
Viste que podrías ser la persona más feliz del mundo?
Confieso que lo que me llamo la atención a leer esta publicación fue el titulo. Y tus palabras finales me hicieron ver lo hermosa que es la vida, pero para que ir tan lejos, me hizo ver lo hermoso que en realidad fue mi día, a pesar de todo. Admiro el valor que das a tu familia. Sigue así.
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